que yo que?

sábado, 13 de diciembre de 2014

AUSENCIA



Collage y pintura sobre madera encontrada en la calle.

Raros dias en Barcelona, ciudad que rara vez insita a quedarte en casa. No, esta pensada para que salgas y salgas y consumas y consumas a reventar; pero hoy es un dia de viento loco que no paro de sumbar toda la tarde y continua, 2.55 de la mañana, del 1 de febrero.

Dice este hombre que me gusta tanto ( Vila Matas), que el diario, tan desbocado en la locura o espontaneidad de quien lo escribe esta "sometido sin embargo a una clausula de apariencia ligera pero tremenda: debe respetar el calendario".
Y habla del caso diario de Herni Michaux, que en alta mar no se acuerda que dia es, si es 30 o 31 de diciembre, si pasaron 2 o tres dias, si se acabo el año o todavia le quedan algunas horas mas.
Tambien cumplir 30 se sintio asi para mi, mi vida podra cambiar o sera asi de ahora en mas? importa si es 30, 29 o 31 en mi calendario anual? Quiero ser conciente y tal vez estas precisiones me ayuden a cambiar, pero tambien cambiar se puede siempre, como los años, los dias.

Hoy hable con mi amiga Kerry y me conto lo del velorio, crematorio y entierro de su abuela; todos los pasos a seguir de un muerto. Los 7 viajes de ida y vuelta a Inglaterra, el dinero y tiempo perdido, lo raro de tener que pensar en todo esto aparte del dolor logico de la perdida.
Y de nuevo este señor con ese mal de Montano se colo en mi cabeza, y esa frase magistral:
 "¿Cómo haremos para desaparecer?", que en realidad es de Maurice Blanchot.

Es increible, en una ciudad con tantisima gente lo solo que te puedes sentir y lo dificil que es desaparecer.

Sueño I

En la primera parte del sueño estoy como caminando por la montaña con un grupo de gente que no conozco y aparece este señor, el psicópata americano, y me empieza a pedir disculpas por ser un psicópata y yo que se cuanta tontería, no le preste mucha atención.

En la segunda aparezco en un cuarto vacío y en una esquina de la habitación se encuentra mi ex novio, el argentino. Está sin camiseta, batiendo algo en un bowl. 
Comenzamos a hablar, me dice con una sonrisa mientras bate que se va a casar de nuevo, segundas nupcias con su chica, pero que ahora no tienen tiempo porque ella esta estudiando un montón. Lo abrazo, aprovecho para sentir su piel de nuevo (es un sueño muy realista, la verdad) y lloro como loca. El me dice "vos me dejaste", "ya se!" le contesto, y por suerte el también me abraza.

Me despierto llorando y cuando se me pasa un poco la emoción me viene un pensamiento curioso "qué estaba batiendo?". 


Cuando hacía un mes que estábamos juntos, hace unos seis años atrás, él se fue de viaje a Escocia y algunos otros países europeos. Estuvo por Madrid donde se quedo en la casa de una amiga. A su regreso me contó que una mañana se puso a cocinar panqueques para desayunar y ella posteó en uno de sus redes algo así: "tengo un argentino semidesnudo cocinando en mi cocina, su nombre es nueces" y puso una foto de él que tuvo bastantes visitas, sonaba muy entretenido todo.
Cuando me contó esto claro que le hice un poco de escena de celos: que como que le cocinaba a ella así, que qué es eso de semidesnudo, bla bla. Me explicó que hacía demasiado calor y por eso estaba sin camiseta, lo cual ella convirtió en un chascarrillo.

Hoy, seis años después, ahí esta de nuevo, en un rincón vacío de mi mente, solo reservado a él, batiendo panqueques para alguien que no soy yo, semidesnudo, con su piercing en el pezón, recto, con una sonrisa, seis años después y esa imagen me vuelve a la mente como si cuando estábamos juntos nunca me hubiese cocinado así a mi, como si no hubiera pasado el tiempo, como si la historia me la hubiera contado ayer.

Pienso un par de cosas: 
Tal vez mi viaje a Escocia me trajo sin querer todo esto de nuevo. 

El subconsciente se divierte de maneras extrañas sacudiendo recuerdos arbitrarios guardados ahí, con una frescura dolorosa. 

Me parece a veces que nunca me sentire satisfecha de momentos con él, de su torso desnudo, ni de sus panqueques.